Si buscas en google la palabra ‘Instagrameable’, encontrarás unas definición similar a esta: “Una foto o imagen con la que se presume tener buenas interacciones en redes sociales”.
Es un término muy importante hoy en día porque viene relacionado con la capacidad de llamar la atención en las redes sociales y por lo tanto la oportunidad de monetizar tu comunicación. Entre más alcance e interacciones tiene una publicación, más personas verán tu experiencia y más probabilidades tendrás para adquirir nuevos clientes.
Pues la medida en la que tu experiencia sea instagrameable depende de los esfuerzos que pones en crear emociones y de que tanto cuidas la experiencia estética de tu espacio y productos. Y es precisamente lo que deseamos desarrollar hoy.
Principalmente, la instagrameabilidad de tu experiencia depende de dos factores principales. Por un lado, que tanto las personas se sientan identificadas con tu marca y quieran validar su identidad con tu experiencia. Y por otro, que tan bien vuelves tu experiencia una anécdota.
Sé un validador de identidad: “consumo entonces soy”.
Hace poco te introducimos a las necesidades de reconocimiento que corresponden a la cuarta escala de la pirámide de Maslow. Estas necesidades son relacionadas con el deseo del ser humano de sentirse valorado, tener estatus y parecer importante ante los ojos de las personas. Y este deseo es directamente proporcional a los valores y aspiraciones del individuo. Pues los restaurantes son una excelente manera de suplir esta necesidad y más aún cuando los valores de la marca encajan con los de la persona. De hecho, entre más tu marca conecta con la identidad de una persona, más probabilidad tendrás para que esta persona valide su identidad con tu experiencia y la comparta en redes sociales.
Para entenderlo, debes primero ponerte en la piel del ser humano promedio y meditar sobre el acto de publicar en redes sociales. En regla general, el perfil de Instagram es el reflejo de la personalidad de la persona, sus gustos, valores y aspiraciones de vida. De hecho, Instagram trata más de lo que deseamos ser en lugar de lo que somos. Es decir que gran parte de los consumidores “publican para ser” en lugar de “ser y publicar”. Pues una manera de validar esta identidad es ir a lugares que encajan con el estilo de vida deseado, consumir productos y compartir la experiencia en redes sociales. Y los restaurantes son uno de los lugares más adecuados para hacerlo.
Eso sugiere que más allá de preparar comida, un restaurante debería también de ser un validador de identidad. Y para eso debes de hacer uso del branding y crear una marca con la cual tu mercado objetivo se identifica. Es decir, definir para tu marca unos valores, una personalidad y una identidad gráfica que conectan con tu público objetivo y que lo inspiran a consumirla para ser coherente con su identidad.
Dicho lo anterior, puedes empezar a enforzar este sentido de pertenencia e incluir dentro de tu experiencia elementos que generen emociones y que motiven las personas a compartir este momento. Estos elementos pueden acompañar tus platos o ser parte integrante de tu decoración.
Por ejemplo, ubicar en tu espacio un neón con una frase contundente que conecta con las personas. Es una práctica ya muy utilizada en el sector que motiva los comensales a tomarse una foto al frente, publicarla en redes sociales y por lo tanto validar su identidad.Como te puedes dar cuenta, lo que cuenta aquí es conectar con los valores y/o las aspiraciones de las personas. Y entre más oportunidades les das a tus comensales de validar su identidad, más probabilidades tendrás de motivarlos a compartir la experiencia en redes sociales.
Vuelve tus productos una anécdota.
Para entender el segundo punto, debemos de volver a familiarizarnos con el concepto de moneda social que te presentamos hace varios meses. Principalmente la moneda social se define como la influencia que tiene tu marca en redes sociales, en las comunidades online y offline, y el grado en que las personas hablan de tu negocio en su cotidianidad. En otras palabras, que tanto haces parte de las conversaciones dentro de la sociedad.
Disponer de esta moneda es un excelente indicador de que tanto tu marca se encuentra en el top of mind del mercado y de que tanto puedes monetizar esta atención. Si te lo compartimos es porque la moneda social de tu negocio depende en parte de que tanto las personas comparten tu experiencia en redes sociales. Pero la medida en la que las personas comparten tu experiencia depende que tanto mueves fibras.
¿Pero cómo generar emociones?
Como te lo mencionamos en al punto anterior, todo depende que tan bien conectas con las necesidades de reconocimiento de tus comensales. Pero esta vez, en lugar de apuntar a la identidad apuntaremos a la exclusividad.
Y la medida en la que una persona se sienta exclusiva consumiendo un plato depende de que tan divertido, disruptivo y/o estético es. En otras palabras, debes de volver tu plato una anécdota que las personas desean compartir. Por lo tanto, al desarrollar tus propuestas gastronómico debes de recurrir a tu creatividad y encontrar maneras diferentes de preparar, presentar o servir tus creaciones.
Pues, cuando nos referimos a la instagrameabilidad de un plato, hablamos principalmente de su estética y si este, merece ser fotografiado y publicado en redes sociales. Es una presunción que ese contenido llamará la atención de las personas y generará muchas interacciones. Y esa presunción proviene de una experiencia puramente estética. Por lo tanto, la medida en la que las personas quieran compartir tu plato en redes sociales depende de su presentación y de las emociones que se generan en la mesa.
Así que al crear tus platos te invitamos a tomar en cuenta este factor e incluir elementos que sorprenden visualmente a tus comensales. Al cumplir con este punto aumentarás drásticamente la probabilidad de volver tus productos instagrameables y aumentar tu moneda social.