El branding para restaurante: la solución para un buen marketing gastronómico.

Después de compartirte numerosos diarios sobre cómo aprovechar de tu misión para hacer crecer tu negocio, queremos cerrar el tema con una pequeña reflexión que esperamos te servirá mucho. Entre más aprendemos sobre el branding y lo aplicamos con nuestros clientes más nos damos cuenta del activo intangible que un restaurante puede crear y monetizar.

Este valor se llama la percepción y es de lejos una de las mejores herramientas que un negocio puede utilizar para facilitar sus ventas. Pero la medida en la que la percepción del negocio sea positiva depende de que tan bien tu restaurante acoge los principios del branding y los aprovecha para unir personas alrededor de la marca. Sean tus clientes externos o internos.

Definir conceptos como la razón de ser de tu negocio, sus valores, personalidad y su identidad visual se han vuelto necesario para competir en el sector. Y quienes los aprovechan para contar historias y crear experiencias benefician de una ventaja competitiva.

Pero, si el branding es tan beneficioso para una marca, ¿por qué el sector gastronómico no recurre más frecuentemente a él?

Por un lado, el branding puede parecer costoso y muchos restauradores piensan que estos fundamentos deben de ser creados por agencias. Pues, al contrario, en FCM pensamos firmemente en que el branding debería nacer primeramente del emprendedor y su intención de impactar las personas con su negocio. Por lo tanto, no se trata de tener un negocio y encontrarle una razón de ser. Sino tener un propósito y crear un negocio que lo transmite. Si bien, una agencia puede convertir esta razón de ser en una identidad visual, el acto de crear una marca que impacta las personas proviene del emprendedor y eso es completamente gratuito.

Por otro lado, hasta ahora el sector no tenía la necesidad de competir con marca. Pues hace pocos años, el solo acto de tener una buena comida, un local bonito y un logo era suficiente para llevar personas al restaurante. Pero la creciente competencia de la industria y sus numerosas propuestas pusieron la vara muy alta e imponen a los restauradores competir de manera diferente.

Nos referimos principalmente al hecho que preparar una buena comida ya no es suficiente para llamar la atención de los consumidores. Aunque un buen plato es la base de un buen destino gastronómico, este no define su éxito. ¿La solución? Recurrir al branding para conectar con las emociones y las necesidades psicológicas de los consumidores que buscan validar su identidad a través de su consumo. Por lo tanto, entre más un restaurante aprovecha de su misión y sus valores para conectar con los consumidores, más oportunidades se da para llamar la atención, vender y fidelizar.

Finalmente, existe otro factor que puede influir sobre el uso del branding. Este factor se llama el tiempo. A pesar de definir una misión enganchadora y unos valores muy interesantes, muchos restauradores no tienen la capacidad ni el tiempo de ejecutar sus ideas y narrar su historia. Ese escenario es principalmente debido a la falta de delegación y/o de conocimiento de la operación que lleva el emprendedor a correr detrás de numerosos quehaceres y lo inundan de preocupaciones. Al perder su tranquilidad, el restaurador puede desubicarse fácilmente y empezar a ser el empleado que soluciona en lugar de ser el visionario que innova. Y este caso puede ser evitado a través de una buena estandarización de procesos y productos que le permitirá delegar y controlar eficientemente.

En fin, para resumir el tema de hoy, queremos que te lleves lo importante de regalarte un momento y preguntarte que tanto recurres al branding para posicionar tu restaurante. Si no lo tienes definido entonces es hora de desconectarte, entrar en un proceso de introspección y preguntarte como puedes conectar tu razón de ser con la de tu negocio y aprovechar de esta narrativa para competir en el mercado y unir personas alrededor de tu causa.