¿Cuánto te cuesta “no saber”? ¿Cuál es tu costo de aprendizaje? Esas son las preguntas que deseamos desarrollar por medio de este artículo para reflexionar sobre una realidad muy importante del sector gastronómico: el hecho que la mayoría de las personas emprenden sin experiencia ni recorrido.
Siendo un sector de muchas oportunidades con pocas barreras de entrada, el gremio de los restaurantes recibe anualmente numerosas inversiones de personas que esperan hacer fortuna pero que antes no contemplan las responsabilidades, conocimientos ni los recursos que se necesitan para montar un restaurante próspero.
Esta falta de experiencia hace que la curva de aprendizaje del restaurador termine siendo muy costosa durante sus primeros meses. Y este costo de aprendizaje puede sin duda alguna interferir con la viabilidad del proyecto. Una de las mejores maneras de aprender es nada más y nada menos que equivocándose. Pero en el mundo del emprendimiento, unos pequeños errores pueden llegar a ser muy costosos. Sobre todo, cuando el restaurador inicia su negocio con pocos fondos.
De hecho, eso un escenario muy común. Después de invertir en su local, adecuaciones, equipos y decoración, muchos restauradores se quedan con una caja muy frágil que no contempla aspectos como el presupuesto de marketing para posicionar el restaurante a sus inicios, las nóminas de su equipo de trabajo para varios meses y sobre todo los imprevistos y problemas relacionados con la curva de aprendizaje.
Es por esta razón que hoy queremos introducirte a un concepto que descubrimos gracias a las palabras de Alejandro Lopera, nuestro invitado del episodio 56 del Podcast de Marketing para Restaurantes. Este concepto se llama “el costo de aprendizaje” y representa mucho más de lo que te imaginas.
Por lo tanto, el objetivo de este artículo es ayudarte a entender lo que puedes hacer para reducir este costo de aprendizaje y mejorar tu curva de aprendizaje para tomar decisiones asertivas que concluirán en un crecimiento sostenible.
Lo puedes definir como todo costo de aprendizaje que debes vivir y experimentar con tu emprendimiento para entender cómo manejarlo adecuadamente. Si bien este costoes absolutamente necesario para el camino del emprendedor, es importante que, desde el inicio, entiendas cómo reducir su valor, sobre todo si dispones de pocos fondos para emprender.
Lo primero que debes acoger es que el costo de aprendizaje no se relaciona necesariamente a lo que te vale aprender sino lo que pierdes y no vendes mientras aprendes. Es decir, las ventas que dejas de lado por “no saber”, las oportunidades que no ves y los costos que no entiendes. Cuando sumas cada uno de estos aspectos sobre varios meses, este costo de aprendizaje puede sin duda alguna perjudicar tu rentabilidad y hasta la viabilidad de tu negocio.
Y es por esta razón que debes entenderlo.
Por ejemplo, pregúntate:
Las respuestas a cada una de estas preguntas tienen un impacto directo sobre la rentabilidad de tu negocio y tu capacidad de crecer. Y cuando los sumas, el impacto es significativo.
Tomemos este ejemplo: en los episodios 53 y 62 de nuestro podcast, Julián Betancourt, experto en anuncios digitales, nos explicó por qué invertir en anuncios de Facebook o Google es tan costoso para los restauradores. En realidad, no es necesariamente porque las plataformas cobren mucho sino porque las personas no las saben utilizar. Si bien algunas personas prefieren aprender solas, el tiempo que se demoran aprendiendo más las inversiones que hacen mientras aprenden y las ventas que no perciben suman mucho dinero al fin del año.
Otro ejemplo es el que Alejandro Lopera nos compartió en el episodio 56. El asesor de restaurantes explica cómo no saber de finanzas, ni entender la importancia de estandarizar los procesos puede quebrar un restaurante en pocos meses.
Un último ejemplo es el nuestro. Marketing para Restaurantes es una empresa que nació después de 5 quiebras en el sector gastronómico. Y este proyecto prosperó después de entender la importancia de alinear nuestra identidad, gustos, estilo de vida, y aspiraciones de vida con nuestro propio negocio. El costo de este aprendizaje fue 7 años de emprendimiento y 5 negocios
Nos preguntarás, ¿Cómo reducir el costo de aprendizaje? Esta es la respuesta que solucionaremos en un momento, pero antes de eso es importante que subrayemos un punto crucial del emprendimiento.
Antes de darte soluciones frente a cómo reducir tu costo de aprendizaje debemos primero subrayar que el objetivo de este artículo NO ES de dejar de equivocarse sino de cometer errores menos con menos costo de aprendizaje.
En realidad, los errores son absolutamente claves para la curva de aprendizaje de los emprendedores (y del ser humano en regla general) ya que es gracias a ellos que aprendemos, crecemos y sacamos conclusiones. Mejor dicho, la materia prima del aprendizaje son los errores. Y cuando hacemos buen uso de estas equivocaciones, podemos convertirlas en futuras mejores decisiones. Si no te equivocas, ¿Cómo puedes aprender?
Es ahí que debemos hacer la diferencia entre lo que aprendemos teóricamente y lo que hacemos realmente. Es por esta razón que en MPR, tendemos a repetir que “el conocimiento es poder siempre y cuando se ejecuta”.
Sin embargo, la medida en la que el conocimiento se vuelve “poder” y genere resultados, depende también de la mentalidad y la preparación del emprendedor. El cual puede con antelación tener tanto el contexto que necesita para tomar buenas decisiones (o decisiones menos costosas) como las herramientas adecuadas. Es decir que para reducir el costo de aprendizaje y de nuestros errores deberíamos primero entender antes de hacer. Suena muy simple pero como te darás cuenta en un momento, eso necesita un cierto trabajo interno que debes acoger.
El primer paso que deberías dar para reducir tu costo de aprendizaje es conocerte a ti mismo.
Si iniciamos con este punto es porque el emprendimiento se ha vuelto de moda durante los últimos años. Llevadas por la moda, las ganas de ser reconocidos (y tener dinero), muchas personas emprenden sin entender el compromiso que se necesita para montar una empresa y sostenerla. Y después de invertir, gran parte de estos individuos se dan cuenta que no son hechos para el emprendimiento, o que el negocio que crearon no encaja con el estilo de vida que desean en el presente como en el futuro. Lo cual es completamente válido ya que somos todos diferentes.
El punto que queremos poner sobre la mesa es que autoconocerte es un filtro que te permite tomar mejores decisiones y acoger la realidad del emprendimiento antes de invertir tiempo, recursos y sacrificios personales.
Por lo tanto, ten en cuenta las siguientes recomendaciones.
Cuando hablamos de autoconocimiento nos referimos al proceso de responder a varias preguntas claves que te permiten entender quién eres antes de tomar decisiones y lanzarte en un proyecto.
En nuestra opinión estas preguntas deberían ser:
Responder a estas preguntas es de lejos una de las cosas más difíciles que podemos hacer ya que sugiere tener un momento de introspección sincero, acoger quienes somos, definir lo que queremos en un futuro tan incierto y ser honestos con nosotros mismos.
Para serte sinceros, es un proceso que nosotros descartamos durante los primeros 7 años de emprendimiento. Y como te lo mencionamos al inicio del artículo, esta fue la razón por la cual nos quebramos varias veces y luego, fue la clave para construir un negocio prospero.
Es de hecho algo que vemos frecuentemente en los empresarios y emprendedores exitosos del sector gastronómico. Entre más compartimos con ellos y aprendemos sobre sus negocios, más nos damos cuenta que la mayoría de estos emprendedores son personas que lograron alinear su identidad con la de su negocio. Es decir que vieron en su emprendimiento la oportunidad de expresar quienes son, laborar en algo que les interesa y disfrutar del camino a pesar de los retos que aparecen en el camino.
Pero cuando un negocio no se alinea con la identidad de la persona ni con sus aspiraciones de vida, nace una cierta desconexión que genera procrastinación y la no voluntad de tomar decisiones para cambiar la situación. La solución termina siendo “cerrar” y eso es costoso.
En un segundo tiempo, autoconocerte te permite también acoger tanto tus fortalezas como tus debilidades. Cuando inicias con tu negocio, es muy probable que tengas que hacer un poco de todo. Al inicio eres el administrador, el jefe de servicio, el encargado de los recursos humanos, el Community Manager y la lista sigue. Y es completamente normal que algunas de estas responsabilidades no te encanten. Pues todos tenemos cosas que nos gustan y otras que no.
Sin embargo, a la hora de crecer y montar tu negocio debes saber dónde enfocar tanto tu tiempo como tus recursos. Y un manejo inadecuado de estos activos puede resultar en un costo de aprendizaje muy alto para tu restaurante. Ahí la clave es saber potenciar tus fortalezas y delegar tus debilidades.
Eso no quiere necesariamente decir que debes contratar a más personas sino saber a quién acudir cuando tienes que tomar decisiones importantes. A medida que vas creciendo, tu restaurante te pedirá tomar decisiones importantes. Y muchas decisiones tendrán que ver con cosas que de pronto no conoces o simplemente no disfrutas.
Es ahí que entran en juego los “hard choices” (decisiones difíciles) que Alejandro Salazar Yusti menciona en su libro La Estrategia Emergente. Ser emprendedor significa también saber cortar el brazo para salvar el cuerpo cuando sea necesario. Y la medida en la que lo quieras hacer depende ampliamente de tu conexión con tu negocio y qué tanto quieras luchar por él.
Finalmente, autoconocerte te da la humildad de entender que no lo puedes hacer todo y que debes de vez en cuando recurrir a la experiencia y conocimientos de otras personas. Lo cual nos lleva al siguiente punto.
Una de las razones por las cuales muchos emprendedores toman decisiones con un costo de aprendizaje muy alto es porque no acuden a los consejos de otras personas que tienen mayor experiencia. En muchas ocasiones eso es debido a un problema de ego donde la persona espera saberlo todo y prefiere no preguntar.
Eso quiere decir que tu ego te impide aprender y pedir ayuda cuando sea necesario.
Un punto importante que debes tomar en cuenta para reducir tu costo de aprendizaje es acoger la idea que no lo puedes saber todo. Es una idea que se conecta con el punto anterior y el hecho que no todas las áreas de tu emprendimiento te gustarán. Si bien puedes haber obtenido experiencia y conocimiento en áreas que te interesan y disfrutas hacer, existen otros departamentos que te pueden intimidar y que no caben dentro de tus intereses. Pero el hecho que no te interesen no quiere decir que no son importantes.
Es decir que debes desarrollar un conocimiento por lo menos básico de los distintos departamentos de tu restaurante para entender sus procesos. Disponer de este conocimiento te permitirá hablar el mismo idioma que tu equipo de trabajo que deberían ser ahora más especializados en lo que hacen. En otras palabras, entender cómo funciona tu negocio te permitirá delegar.
Y es ahí que debes tener la humildad de pedir ayudar a personas que tienen mayor experiencia. Si bien no lo puedes saber todo ni lo tienes que hacer todo, es importante que como dueño de tu negocio lo entiendas todo.
Ahora bien, como te lo compartimos al inicio de este punto, una de las mejores maneras de adquirir este conocimiento es acudir a la experiencia de otras personas que tienen recorrido en el sector. Sea en temas de marketing, recursos humanos, cocina, finanzas, compras, contabilidad, vida personal, etc. Puedes pedir la ayuda (gratuita o paga) de un experto que te puede entregar una explicación general de su área y herramientas para manejarlo.
Por ejemplo, un asesor en temas de inventario te puede no solamente explicar cómo hacerlo sino también entregarte herramientas como unas tablas de Excel o ingresar correctamente la información en tu sistema POS. Pasa exactamente lo mismo con otras áreas como la contabilidad, el marketing, los recursos humanos, las compras y la lista sigue.
Para concluir con este punto, como emprendedor no puedes crecer asumiendo que lo sabes todo sino entender que lo debes aprender todo. Eso sugiere un cambio de mentalidad y un manejo del ego que te abre a la posibilidad de recibir consejos, aprender de otras personas y tener la humidad de aceptarlos para tu vida.
Por lo tanto, rodéate de personas que saben, de expertos que te pueden explicar cómo las cosas funcionan y brindarte herramientas que podrás utilizar para manejar adecuadamente tu negocio.
En un tercer tiempo, es importante entender que la calidad de tus decisiones depende también de la tranquilidad y claridad que has establecido en tu empresa. Como te lo explicamos en nuestro artículo anterior, la calidad de tu marketing, de tus recursos humanos depende de qué tan organizado es tu restaurante internamente.
Y este orden es relacionado con qué tan bien hayas estandarizado tus procesos y hayas creado una estructura clara que puede recibir un buen equipo de trabajo. Sólo cuando tienes la casa organizada tendrás la tranquilidad y el tiempo necesario para tomar buenas decisiones y reducir el costo de aprendizaje en tus errores.
Desafortunadamente, de misma manera al costeo de recetas, estandarizar una empresa es lejos de ser fácil si no dispones del conocimiento ni de las herramientas adecuadas. Si bien el proceso no es el más llamativo, es absolutamente vital si deseas convertirte en un empresario que ve a su negocio como un conjunto de procesos, personas y números que deben funcionar cohesivamente.
Si quieres aventurarte en este proceso te recomendamos un libro que hemos mencionado mucho en este blog y que se llama El Mito del Emprendedor de Michael Gerber. Entenderás la importancia de manejar tu restaurante como si fuera una franquicia desde el principio con procesos y roles muy claros.
Al entender esta idea descubrirás que, en lugar de trabajar en tu negocio, tu responsabilidad de restaurador es de trabajar sobre tu negocio. Es decir, tener el tiempo de pensar estratégicamente en cómo optimizarlo, cómo mejorar tus ventas y crear una empresa a la vez funcional. Disponer de este tiempo te será muy útil a la hora de adaptarte a imprevistos que pueden amenazar a tu restaurante. Lo cual se conecta con el siguiente punto.
En un mundo que cambia todos los días, una de tus responsabilidades como emprendedor es saber entender lo que pasa alrededor de ti y cómo las dinámicas del presente afectan aspectos como el comportamiento de compra de los consumidores y la manera de operar tu negocio.
Entender estas dinámicas junto a tener orden y tiempo te permite mejorar considerablemente tu costo de aprendizaje.
Refiriéndonos de nuevo al análisis PESTEL y la importancia de entender las fuerzas políticas, económicas, sociales, tecnológicas, ecológicas y legislativas que impactan al sector, tu rol como restaurador es adaptarte y desarrollar soluciones para contrarrestar los retos y aprovechar de las oportunidades.
Sin embargo, para que eso suceda, debes primero contar con la mentalidad correcta y entender que los negocios ya no pueden ser estáticos. Igual a una persona, un negocio evoluciona según su entorno y se debe adaptar.
Pero la medida en la que esta adaptación suceda depende de qué tan abierto estés frente al cambio y sobre todo de qué tan ordenada está tu empresa. Ya que, hacer cambios sobre una base frágil e inestable puede llegar a ser destructivo.
Eso sugiere que, si bien debes ser abierto al cambio, tu flexibilidad y capacidad de adaptarte depende de qué tan bien administras tu restaurante, tus finanzas, tu comunicación y tu equipo de trabajo. Sin esta base, cualquier cambio que hagas puede disrumpir tu operación y la satisfacción tanto de tus clientes como de tus empleados.
Dicho lo anterior, te invitamos a tomar la costumbre de invertir en tu propia educación con el fin de entender lo que pasa alrededor de tu negocio y mantener un ojo sobre las variables externas que pueden impactar tu cliente objetivo. Sobre todo, los cambios económicos, socioculturales, medioambientales y tecnológicos que tienen mucha relevancia hoy en día. Entre más los entiendas, más fácil te será para tomar decisiones asertivas.
Para eso queremos introducir a un concepto que te compartimos hace varios meses que se llama el conocimiento en forma de T.
Esta teoría explica cómo una persona puede desarrollar más ideas y mejorar sus habilidades a medida que adquiere conocimiento en temas no relacionados con su industria. Para entenderla puedes tomar una T y dividirla entre una línea vertical, que representa el conocimiento profundo sobre una disciplina específica (por ejemplo, la administración de tu restaurante) y una línea horizontal que representa el conocimiento básico sobre múltiples disciplinas.
En otras palabras, una persona que tiene un conocimiento en forma de T conoce profundamente un tema y lo complementa con el conocimiento básico de una multitud de otras disciplinas.
En el mundo del emprendimiento tener este tipo de conocimiento tiende a ser muy valioso porque aparte de ser experto en un tema específico (que ojalá te apasione), dispones también de mucho conocimiento en otras áreas que te permite entender las dinámicas del mundo y por lo tanto ser altamente flexible. Pero lo que nos emociona aún más es que el conocimiento en forma de T puede ser una herramienta valiosa para ti, tu creatividad y tu emprendimiento.
Si bien como restaurador, puedes saber cómo manejar tu restaurante, su operación, procesos, inventario, etc. Cuando complementas este conocimiento con otras disciplinas como la psicología, las finanzas, el marketing, la neurociencia, o los recursos humanos, mejorarás considerablemente tu capacidad de crear ventajas competitivas.
Al familiarizarte con otras disciplinas, tendrás mayor criterio para generar nuevas ideas, optimizar tu negocio, adaptarte a los cambios de la industria y aprovechar de sus oportunidades.
Así que no dudes en instruirte, mejorar tus aptitudes e investigar. Recuerda que la curiosidad jugará siempre a favor y cuando las respaldas con un buen conocimiento reducirá considerablemente tu costo de aprendizaje.
Por último, la medida en la que reduces tu costo de aprendizaje depende de qué tan bien reflexiones sobre los errores que has cometido. Es decir, que debes ser capaz de entender por qué cometiste un error, cuáles fueron sus consecuencias y qué puedes concluir de esta experiencia.
Una vez más, eso quiere decir que el problema no es equivocarse sino volver a equivocarse en lo mismo. Desafortunadamente es una situación muy común en el sector gastronómico ya que, por falta de tiempo y orden, muchos restauradores no se regalan un momento para reflexionar sobre sus acciones. Y menos aún cuando este no tiene suficiente humildad para poner en cuestión sus decisiones.
Pero como bien lo descubriste al inicio de este artículo, saber analizarse hace parte de los grandes hábitos que debes acoger si quieres adaptarte al mundo y reducir tu costo de aprendizaje.
Ahora bien, este trabajo introspectivo no tiene que ser necesariamente largo. Al contrario, en el mundo del emprendimiento y del crecimiento personal, una infinidad de expertos y libros recomiendan regalarse un momento por las mañanas y/o las noches para reflexionar sobre nuestras acciones y preguntarnos cómo podemos mejorar.
Pero para que estos momentos sucedan, debemos por un lado valorar este ejercicio y por el otro disponer del tiempo suficiente. Y eso va de nuevo relacionado con la importancia de tener orden en la empresa, delegar y convertirte en un empresario gastronómico que no solamente “hace” sino también “piensa”.
Para cerrar con este Artículo de Marketing Para Restaurantes sobre el costo de aprendizaje, esperamos que las palabras que leíste hoy te permitan entender la importancia de prestar atención a tu costo de aprendizaje. Crecer y aprender tienen sin duda un costo y entre más lo optimizas, más cuidarás la viabilidad de tu restaurante sobre todo, si dispones de pocos fondos para emprender. Nunca olvides que una de las razones por las cuales muchas personas se quiebran en el sector es por no tener suficientes fondos para tener el tiempo de aprender. Y tu responsabilidad como restaurador es trabajar tanto interna como externamente para mejorar tu curva de aprendizaje y tomar buenas decisiones.
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